CRONIÑÓN

Un buen día, Croniñón
vio a lo lejos un mamut desde su cueva y el niño se escapó.
Croniñona (su madre) no le dejaba irse de la cueva solo porque temía
que le pasara como a su padre, que se lo comió un tigre.
El niño, al ver al mamut
desde cerca, se asustó de lo grande que era y se escondió detrás de
una gran piedra. Se quedó allí hasta el anochecer. La madre estaba
muy preocupada.
Cuando llegó a su cueva,
llamó a otras tribus (porque en esa época vivían en tribus). La madre,
al ver que su hijo Croniñón estaba sano, se alivió.
Al juntarse todas las
tribus mataron al mamut y se lo repartieron. Con
la piel se hicieron prendas y la carne se la comieron.
El niño en su cueva se
acordó de como era el mamut y lo pintó en la pared.
FIN
FIN